¿Qué beneficios proporciona el salario emocional?

Es claro que las personas trabajan por un salario y que el dinero es clave para sostener nuestros gastos. Sin embargo, sin importar cuántos ceros tenga el recibo de sueldo, puede que no estemos satisfechos con nuestro trabajo, y esto afecta negativamente la calidad de vida. El bienestar de los colaboradores es tan importante como el dinero y, en ese sentido, desde hace algún tiempo se habla del concepto de “salario emocional”, que podríamos definir como toda la remuneración no monetaria que recibe un trabajador. Para Cecilia Rodríguez Casey, licenciada en Psicología y directora de la consultora Rodríguez Casey & Asociados, el salario emocional es un término que, en principio, encierra una paradoja, ya que el salario se asocia con la remuneración monetaria: recibir dinero por un trabajo. Mientras tanto, el mundo de las emociones y los sentimientos parece ir por otro camino. No obstante, como concepto es interesante reflexionar sobre él, ya que abarca algo que se ha estudiado mucho en los últimos años y que es el eje de las preocupaciones de directores, gerentes y áreas de capital humano, como la retención del talento y la motivación de los empleados.

“Sabemos que las personas no renuncian a sus trabajos solo por un mal salario. Ese punto, junto con los beneficios tangibles o materiales, es importante, aunque no único. En el contexto postpandemia, parece haber un acuerdo más claro y profundo sobre la importancia de la salud, el bienestar, la satisfacción, el equilibrio entre la vida personal y laboral, entre otros aspectos. En ese sentido, el salario emocional son todas las remuneraciones no materiales que los colaboradores reciben en su entorno laboral”, argumenta.

BENEFICIOS PARA TODOS

Implementar un salario emocional trae beneficios para todos los actores involucrados. Tanto las organizaciones como sus trabajadores se fortalecen al llevar a cabo este tipo de iniciativas. Como explica Casey, todos buscamos integrar entornos laborales positivos donde las acciones generen mayor satisfacción, bienestar y consideren la salud mental y emocional de los empleados. Las personas son más propensas a querer quedarse en un entorno laboral colaborativo que en uno hostil. Si en el ámbito laboral se tienen en cuenta las necesidades particulares de las personas (atendiendo cada etapa de la vida), reciben apoyo y ayuda del empleador, compañeros y autoridad, las personas permanecerán, se desarrollarán y darán lo mejor de sí mismas. “En resumen, aumenta el compromiso —el famoso Engagement— y las personas no restringen su aporte, ya que trabajan con mayor alegría y satisfacción. Un beneficio tangible y medible es la disminución del ausentismo. Si trabajamos en la salud general y en la prevención (salud física, mental y social), las personas se enferman menos y mantienen sus niveles de estrés y ansiedad moderados. Consecuentemente, la empresa tendrá una mayor productividad y rentabilidad general”, comenta Casey.

En el caso de los empleados, si hay un buen clima promovido por el salario emocional, que puede incluir desde programas de beneficios como la promoción de la prevención de la salud, capacitación, actividades recreativas, respeto por los horarios no laborales, facilidades como flexibilidad horaria, trabajo remoto o híbrido, y planes de desarrollo, entre otros, los trabajadores encuentran en esa empresa un lugar que fomenta su crecimiento personal y cuida su salud. “Eso pesa mucho a la hora de decidir quedarse allí para hacer carrera o buscar un mejor ambiente. Tener en cuenta y planificar acciones concretas para promover el salario emocional es una buena medicina frente a los factores de riesgo psicosocial que existen en todas las empresas y que deben medirse y controlarse”, detalla la especialista.

UNA COSA NO REEMPLAZA A LA OTRA

Un error común de algunas organizaciones es creer que una baja compensación financiera puede ser compensada con el salario emocional. “Romper con esta idea y creer que una cosa suple a la otra es desestimar las necesidades de las personas. Debemos ser serios y capacitarnos en estos temas en profundidad quienes trabajamos o asesoramos en áreas de capital humano o en la dirección. Hay que tomar buenas decisiones con un plan de acción que contenga un buen diagnóstico de la población de cada empresa y no copiar modelos ni caer en generalidades”, concluye enfáticamente.

EJEMPLOS DE SALARIO EMOCIONAL

FLEXIBILIDAD HORARIA: No todos los puestos lo permiten, pero en aquellos donde es posible, es un beneficio muy valorado. A veces, con solo correr una hora la entrada o salida, el empleado organiza mejor su vida personal, y esto es altamente apreciado.

CREACIÓN DE CULTURAS DE RESPETO Y RECONOCIMIENTO: Sabemos que puede ser difícil cambiar culturas, pero a veces acciones concretas como felicitaciones públicas, reconocimientos escritos o dar un premio que la persona valore por haberse destacado en algo, pueden contribuir a la motivación.

POSIBILIDAD DE APRENDIZAJE Y DESARROLLO: Va más allá de pagar cursos. También implica darle a alguien la oportunidad de formarse en un tema que le interese participando en un proyecto o recibiendo apoyo de alguien más experimentado.

EVENTOS DE INTEGRACIÓN CON LAS FAMILIAS: Hay empresas que organizan eventos para incluir a las familias en fechas específicas como el “Día del Niño” o “fin de año” y, a través de la recreación, promueven la integración de la familia con el trabajo. Además, estos espacios sirven para generar vínculos con las familias de los compañeros, lo cual suele ser gratificante.

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